La pandemia de Covid-19 ha retrasado mi cirugía articular, pero sigo sintiendo dolor…

Al igual que el virus Covid-19 ha obligado a detenerse a todo el planeta, algunas intervenciones quirúrgicas programadas, como las artroplastias, se han retrasado. El Dr. Dumont nos explica el porqué de esta situación y qué puede hacer mientras tanto.

14 de diciembre de 2020 | 5 minutos

La pandemia de Covid-19 ha transformado nuestro mundo en un intervalo de tiempo relativamente breve. Muchos de nosotros sentimos inquietud al hacer cosas tan simples como ir al supermercado. No podemos estar con muchos de nuestros amigos y familiares durante este periodo de distanciamiento social, cuarentenas y aislamiento. Si padece dolor articular causado por la artritis o una lesión que está en espera de ser intervenida, es muy probable que la intervención se haya retrasado. Sin lugar a dudas, puede ser una situación muy frustrante. A fin de cuentas, se trata de un dolor muy presente y la solución quirúrgica que creía estaba próxima se ha visto retrasada con carácter indefinido.

En primer lugar, es importante hablar acerca de qué significa que una intervención quirúrgica es «electiva o programada». Esta palabra puede molestar a algunos pacientes, ya que implica que padecen una lesión o discapacidad por voluntad propia. Sin embargo, nadie «opta» por tener artritis de cadera o de rodilla, lesionarse el manguito de los rotadores o experimentar entumecimiento debido al síndrome del túnel carpiano.

En marzo, muchos países de Europa recomendaron la cancelación de las intervenciones quirúrgicas electivas programadas. Cada país, cada sistema hospitalario y cada cirujano se vio obligado a decidir si llevar a cabo o no diversas intervenciones. La mayoría de los cirujanos estarían de acuerdo en que hay ciertos tipos de intervenciones en las que el tiempo es importante y, por tanto, deben realizarse. Aunque existen distintas definiciones y algoritmos para determinar qué intervenciones deben realizarse, por regla general, se encuentran dentro de esta categoría afecciones como fracturas que requieren reparación quirúrgica, infecciones, ciertos tipos de tumores o lesiones con riesgo de provocar un daño nervioso o vertebral progresivo s. Así pues, ¿qué tienen de malo las intervenciones ortopédicas? 

Aunque pueda parecer que los hospitales de su localidad siguen funcionando correctamente y disponen de camas para sus pacientes, la pandemia de Covid-19 supone una enorme carga para los sistemas sanitarios.  Existen enormes dificultades. Suscita una preocupación muy real sobre la disponibilidad actual y futura de equipos de protección individual (EPI) para los profesionales sanitarios que tratan a los pacientes en la primera línea de la epidemia. Si estas personas no disponen de los EPI adecuados, corren un riesgo muy alto de contraer el virus, lo que significa que es posible que lo transmitan a otras personas, enfermen gravemente o ambas cosas. 

Toda intervención quirúrgica es una labor de equipo. Todas las personas presentes en el quirófano necesitan batas y mascarillas, lo que incluye al cirujano, el personal de enfermería, los técnicos y asistentes quirúrgicos, los anestesistas y los auxiliares de anestesia. Incluso si la jornada de cirugía es relativamente corta, se necesitan muchos EPI.  Aunque las industrias terminarán siendo capaces de fabricar más mascarillas y batas, no podemos sustituir a las personas que están arriesgando su propia salud. Algunas ciudades se enfrentan a la problemática tarea de reasignar diferentes funciones a médicos, personal de enfermería y otro tipo de personal solo para poder seguir absorbiendo el volumen de pacientes con coronavirus. 

Los respiradores también son un tema de debate. En un día normal sin pandemia, los respiradores de las unidades de cuidados intensivos no son algo que a nosotros, como sociedad, nos preocupe. Pero para los pacientes que presentan el síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés) debido al virus de la enfermedad Covid-19, un respirador puede ser su única esperanza de seguir con vida. En respuesta al aumento del número de pacientes que necesitan respiradores, las máquinas que se utilizan para ayudar a respirar durante una anestesia quirúrgica pueden readaptarse para ser utilizadas como respiradores. Esto significa que tenemos que ser muy conscientes a la hora de decidir usar estas máquinas para intervenciones no urgentes. 

Todo esto no significa que su rodilla, cadera, hombro o dedo del pie no le sigan doliendo. Como traumatólogos, resulta difícil permanecer al margen y ver que nuestros pacientes sufren. La razón de ser de nuestra profesión es hacer todo lo posible por curar las enfermedades de nuestros pacientes y ayudarles a volver a ser funcionales. 

Pero mientras tanto, ¿qué podemos recomendarle?

  • Unas medidas tan simples como aplicarse hielo o calor, tomar analgésicos de venta sin receta como el paracetamol, y realizar estiramientos suaves o masajes pueden ser de ayuda. No son la mejor solución, pero de momento es todo lo que podemos hacer.
  • Seguir una rutina que incluya una dieta sana y equilibrada e incluso ejercicios suaves, puede ayudarle a mantener la forma física y reducir el estrés y la ansiedad. Aunque su lesión o enfermedad pueda limitar su actividad y su capacidad para hacer ejercicio, todo ayuda, aunque sea solo un poco. Algo tan simple como usar una pedalera estática para mover los músculos de las piernas o un paseo moderado (cumpliendo las medidas de distanciamiento social) puede dotar de estructura a su día y proporcionarle la sensación de estar logrando algo, lo cual es importante en estos tiempos tan extraños. 
  • Redactar una lista de tareas la noche anterior le llevará solo unos minutos, pero le será muy útil para organizarse.
  • Lleve a cabo pequeñas tareas domésticas para las que normalmente no tendría tiempo. 

Si no puede controlar el dolor con estas medidas caseras, llame al médico. Muchas consultas de traumatología ofrecen opciones de telemedicina para valorar sus preocupaciones sin tener que acudir físicamente al médico. Muchos fisioterapeutas también han empezado a hacer lo mismo. En resumen, su red de apoyo osteomuscular sigue estando a su servicio.  

Todos tenemos un papel que desempeñar en la evolución de esta pandemia. Para algunas personas, esto implica turnos de 12 horas intubando a pacientes con dificultades respiratorias. Para otras, significa ayudar a que la sociedad no se detenga trabajando detrás de los mostradores, reabasteciendo los estantes vacíos o recogiendo la basura para mantener limpios nuestros barrios. Para una enorme mayoría, nuestra contribución consiste simplemente en quedarnos en casa, lavarnos las manos con frecuencia y practicar el distanciamiento social en caso de que sea absolutamente necesario salir. No podemos restar importancia a ninguno de estos grupos . Todos ellos son muy importantes.

El mundo recuperará la normalidad con el tiempo y esto también pasará. Seguramente no sea un proceso sencillo, sino que supondrá una grave carga para la economía mundial, nuestras culturas sociales y comunitarias y, lo que es aún peor, arrebatará muchas vidas. Recuerde que los médicos y profesionales sanitarios están a su disposición y le agradecemos su paciencia mientras espera a que tenga lugar su intervención.

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Referencias

Escrito por el Dr. Guillaume Dumont, que recibió una remuneración como asesor de Zimmer Biomet por escribir este artículo

  1. Sealander, K., et al. (2020, Mar 22). How to Handle Elective Surgeries and Procedures During the Covid-19 Pandemic. McDermott, Will & Emery. www.mwe.com/insights/how-to-handle-elective-surgeries-and-procedures-during-the-covid-19-pandemic/