Cuando la pandemia nos golpeó, se cancelaron numerosas cirugías
programadas en toda Europa. Esta medida de precaución se tomó para
preservar los suministros médicos y la disponibilidad de camas y
equipos de protección individual (EPI) para los profesionales que
trataban a pacientes con COVID-19 en primera línea. Esta suspensión
temporal también tuvo por objeto fomentar el distanciamiento social,
frenar la propagación de la COVID-19, evitar riesgos innecesarios para
los pacientes y el personal e impedir que los hospitales se vieran desbordados.
Muchas de estas precauciones parecen haber funcionado, y se están
reprogramando las cirugías programadas en muchos países. Si esto
sucede en su país, la única manera de saber con seguridad lo que su
centro hará para protegerle durante su inminente artroplastia es
hablar con su equipo médico. Le informarán con todo detalle sobre las
medidas de protección y le explicarán qué es lo que puede esperar. Las
medidas que se adopten también dependerán, probablemente, de si la
cirugía se realiza o no en un hospital público o en un centro privado.
Tenga en cuenta que algunas medidas de protección pueden
sorprenderle. Por ejemplo, muchos centros médicos han adoptado normas
estrictas para las visitas que solo permiten un único visitante o
incluso no admiten a ningún visitante. Puede entenderse que esto le
inquiete. No obstante, puede ayudarle pensar que esta restricción
temporal tiene como objetivo proteger a sus seres queridos al tiempo
que permite que le reemplacen la articulación.
Además de modificar las normas relativas a las visitas, he aquí al
menos otras cinco medidas que los hospitales están aplicando para
facilitar las cirugías programadas:2,5
- Hacer la prueba de la COVID-19 a los candidatos a cirugía en
los días previos a la intervención, así como realizar pruebas o
exámenes rutinarios a los empleados
- Reforzar las ya de por
sí estrictas medidas de limpieza y protección en los quirófanos y
salas de recuperación (por ejemplo, exigiendo que todos los miembros
del equipo quirúrgico usen mascarillas, incluso si el paciente ha
dado negativo en la prueba de la COVID-19)
- Reducir el
número de personas permitidas en los quirófanos
- Implementar
sistemas de puntuación para asignar niveles de prioridad y programar
los procedimientos en los momentos apropiados
3
- Utilizar servicios de telemedicina y
atención a distancia para las visitas preoperatorias y las visitas
de seguimiento postoperatorias4
Sentir inquietud y nerviosismo al enfrentarse a una artroplastia
articular es normal, incluso si no hubiera una pandemia. Si
usted o un ser querido están a la espera de una artroplastia total de
rodilla, cadera o algún otro tipo de cirugía articular, pregunte en su
centro quirúrgico qué medidas están tomando para minimizar la
propagación de la COVID-19.