Su índice de masa corporal y la artroplastia
Si está pensando en una artroplastia, su médico podría hablarle de cómo puede afectar su índice de masa corporal a su capacidad de someterse a la operación.
Si está pensando en una artroplastia, su médico podría hablarle de cómo puede afectar su índice de masa corporal a su capacidad de someterse a la operación.
El índice de masa corporal (IMC) de una persona es una medida de la grasa corporal, según describen los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos. Se calcula utilizando su altura y su peso, los cuales se pueden obtener fácilmente durante una visita médica. El IMC se utilizar para categorizar a los adultos en grupos: bajo peso (IMC <18,5), peso normal (IMC 18,5-24,9), sobrepeso (IMC 25-29,9), obesidad (IMC >30). La categoría de obesidad tiene más subgrupos: obesidad moderada (IMC 30-34,9), obesidad grave (BMI 35- 39,9), obesidad muy grave (IMC 40-44,9), obesidad mórbida (IMC 45-49,9), superobesidad (IMC 50-59,9) e hiperobesidad (IMC 60 y superior).
Su IMC puede tener un impacto profundo en su capacidad para someterse a una cirugía y a su capacidad para tolerarla... especialmente en los subgrupos de la categoría de obesidad. La obesidad se ha asociado a un mayor riesgo de complicaciones durante muchos tipos de cirugía, pero las más estudiadas son aquellas relacionadas con la artroplastia.
Una revisión de varios artículos publicados sobre este tema muestra que los pacientes obesos (IMC >30) que se han sometido a una artroplastia eran 1,7 veces más propensos a tener complicaciones que los pacientes con un IMC <30.1-3 Esto se ha estudiado con mayor detalle en los subgrupos de obesidad. Los pacientes con un IMC >35 son 2,2 veces más propensos a tener complicaciones.1-3 Los pacientes con un IMC >40 son 3,7 veces más propensos. Y los pacientes con un IMC >50 son 21 veces más propensos a tener complicaciones.1-3
Quizá se pregunte de qué tipo de complicaciones estamos hablando. Estas complicaciones pueden incluir problemas durante la cirugía o después de ella, como una infección, problemas de cura de la incisión, fracturas intraoperatorias, lesión nerviosa e incluso un mayor riesgo de desarrollar coágulos de sangre. Las complicaciones pueden seguir ocurriendo mucho después de la cirugía y pueden incluir la dislocación de la cadera, una infección tardía, el aflojamiento de la prótesis y un mayor riesgo de necesitar nuevas intervenciones.
Esto es extremadamente importante, ya que algunas de estas complicaciones pueden tener un gran impacto sobre su recuperación y sobre el éxito de la artroplastia. Pueden conducir a ingresos hospitalarios prolongados, a una mayor necesidad de medicaciones y servicios adicionales e incluso a la necesidad de volver a pasar por quirófano. Una infección en una artroplastia total requerirá seguramente volver a pasar por quirófano y, en muchos casos, una nueva intervención para retirar el implante durante un cierto tiempo con el fin de eliminar la infección de su cuerpo, así como otra intervención más para volver a colocar el implante. Por desgracia, en un paciente obeso, eliminar una infección puede resultar más complicado y puede ser más probable que requiera otras intervenciones.
Debido a estos mayores riesgos al realizar una artroplastia en pacientes obesos, muchos cirujanos, hospitales y sistemas sanitarios han adoptado políticas relativas a la adecuación de la cirugía en función del IMC. Es importante que hable con su cirujano acerca de su IMC y de cómo esta puede influir en su capacidad de someterse con seguridad a una artroplastia. Su médico quiere lo mejor para usted, así que no debe desanimarse si le sugiere abordar su IMC antes de proceder con la artroplastia. Pueden ofrecerle recomendaciones sobre las mejores maneras de reducir su peso. También puede aconsejarle sobre la gestión de otras enfermedades, asegurándose, por ejemplo, de que su diabetes está controlada, que la anemia se ha corregido y que la nutrición se ha optimizado.
El IMC puede afectar a su capacidad de someterse a una artroplastia sencilla. Sin embargo, trabajar con su cirujano y su equipo debería permitirle reducir estos riesgos y, en última instancia, lograr los mismos beneficios en calidad de vida que todos los pacientes esperan alcanzar mediante una artroplastia satisfactoria.
Escrito por el Dr. Brian Lewis, que recibió una remuneración como asesor de Zimmer Biomet por escribir este artículo